Buscar nuevas oportunidades de mercado no se trata únicamente de cifras y estrategias de venta. Se debe enfocar fundamentalmente en trabajar para comprender las diferencias culturales que transforman un negocio local en uno global. Cada país, cada región, tienen sus propias maneras de hacer negocios, que van desde los estilos de negociación, los tomadores de decisiones en el proceso comercial, la manera de presentar los portafolios de productos. Es por esto que, al buscar ingresar a nuevos mercados internacionales, es esencial reconocer y respetar las variaciones culturales, y prepararse adecuadamente para lograr generar empatía y tender puentes de comunicación entre mi propuesta comercial y la demanda de mis nuevos clientes potenciales. Esto me permitirá evitar malentendidos y construir un camino hacia la consolidación en el mercado internacional.
Beneficios de conocer las diferencias culturales
Y es que los beneficios de integrar la diversidad cultural en mis estrategias de negociación son múltiples. Contar con personal en la empresa que provenga de diferentes contextos culturales, enriquecerá los aprendizajes a la hora de construir una visión global para la empresa, además de nutrir con diferentes perspectivas la innovación y creatividad a la hora de construir las propuestas de valor para impactar a los clientes potenciales. Las empresas que buscan la diversidad en su personal son las que hoy en día se proyectan como líderes en el competitivo mercado internacional.
Cuando una empresa toma la decisión de internacionalizarse, su primer paso debe ser alinearse con la cultura de negocios local. Esto no es solamente traducir la información de la empresa y el portafolio, sino de sumergirse en la cultura del mercado para capturar su esencia e integrarse con las costumbres locales, las normas sociales y las formas de hacer negocios. Pero de esto hablaremos más adelante en otros artículos. Estos son los fundamentos para construir bases sólidas en las relaciones de negocios, que abran nuevas oportunidades comerciales.
¡No me canso de decir y repetir que la inteligencia cultural es la clave! Abrir nuevos mercados empieza con el trabajo de entender y apreciar las sutilezas de la diversidad cultural. Tratar de integrarse de una manera fluida en los mercados internacionales, no es fácil, pero si se empieza con un sólido plan de adaptación cultural, aprendiendo el idioma, respetando las tradiciones locales e invirtiendo el entrenarse para asimilar la cultura de los mercados objetivos, es como se convierten las diferencias en fortalezas.
La integración cultural abre oportunidades comerciales
Desde grandes compañías hasta pequeñas, que han logrado posicionarse en los mercados globales, comparten una premisa sólida y es aprender a adaptar sus productos y servicios, así como sus estrategias de mercadeo a los mercados donde quieren posicionarse. Es esta integración cultural el puente que permite que la oferta comercial de una empresa resuene a nivel local, manteniendo una identidad global.
La inteligencia cultural abre puertas para la negociación y orienta de manera efectiva las estrategias de mercadeo digital, construyendo una guía para que la empresa navegue los nuevos mercados. Es así como el conocimiento de la cultura se convierte en una ventaja competitiva que orienta al liderazgo la incursión en nuevos mercados internacionales. Y es con ayuda de las nuevas herramientas tecnológicas como se construyen estos puentes, utilizándolas para conectar, construir lazos y adaptarse; pasando desde la colaboración con herramientas virtuales como la inteligencia artificial, que ayuda a desarrollar investigación de mercados para conocer mejor los comportamientos de los consumidores, hasta las herramientas tecnológicas que facilitan la comunicación, las ventas y la logística entre continentes.